Resolución

No perdonó, al hombre reflejado
En el espejo,
Que asumir el pecado le condena,
Esquivando la confesión cómplice
De la infidencia.

Antigua, mañosa, mal intencionada.
Que le jala la lengua como hilo a,
La cometa.
Porque ya nadie, escribe perdón,
Con caligrafía dorada.

Porque arrepentirse no está,
En la dieta del menú de madrugada,
Porque ya nadie sobrevive ileso,
A lo que, causa la taquicardia,
De seguir, vivo y leso.