UN PAIS POBRE Ó UN POBRE PAIS

Un país cargado de riquezas milenarias
Que sacrificadamente fueron ganadas
Un país de conquistadores que dieron su sangre
En interminables y duras batallas
Un país donde, de la tierra nace todo.
Donde las mieles fluyen.
Un país de cultura, de fulgores miles.
Un país de hombres y mujeres Incansables,
Por cuyas venas brota la sangre…
Roja sangre de libertadores.
Un país hospitalario, cálido,
De libre albedrio.
En pobre país se ha convertido.
Quienes deben cosechar y producir
Solo dádivas funestas
Quieren recibir.
Ya no hay nada, donde vayas,
Pareciera un desierto,
Un vendaval, umbrío,
Un lamento.
La tierra, los ríos,
las mieles eternas,
Son las mismas, de antaños fulgores
Están ahí a quien las quiera.
A nadie importa,
A nadie duele su pobreza.
Solo escorias, de la naturaleza.
La crueldad, la envidie, el resentimiento
De unos pocos, corazones serviles.
Su riqueza ha marchitado.
Se recienten las almas,
Se estremecen los espíritus
De nuestros libertadores.
Hay que conquistar, ahora.
Los huesos se levantan,
Se hacen sólidos de nuevo.
Los ánimos dormidos,
Se deben despertar ¡a conquistar!
Se muere, se desangra de nuevo un país.
Y los ánimos que descansan, se deben sublevar.
El reposo del guerrero, ahora ha terminado.
Es hora…
Del
¡Gloria al bravo pueblo!