Recuerdos de Kaito

poema de Caosophia

Extraño la emoción de niño al subir las escaleras al templo
El croar de los sapos en el camino al final de un día de verano
Las notas de la flauta perdidas en el bosque húmedo
Y la sonrisa del cielo abierto en un abrazo de nubes enmarcadas

Las campanas llamaban constantemente al Sutra o al Silencio
Caminábamos, oh mis hermanos, contemplando la hierba al Sol
El agua arremetiendo sobre el piso mientras limpiamos el corazón
Hacer los tobillos fuertes, las manos gentiles, la mente encendida

Sentados frente a la fuente y su presencia celeste, Maestro
La voz lunar y pausada, la memoria de montañas de piedra en su frente
Compasión del cielo son los dulces que venderán en el otoño que aproxima
Ya lo sabrás algún día querido Kaito, aún somos muy jóvenes, aún…