OPÍNION INDECISA

opinión indecisa
un hombre en cierta ocasión
estaba enfermo y cansado
y en aquella situación
lo vio un amigo hacendado.
le dijo con voz severa:
-pronto, pronto a trabajar!
respondió el cansado: espera,
que tu puedes esperar.
nada se espera de un hombre
que no quiere trabajar;
cuéntame amigo tu nombre,
mas no te puedo esperar.
me dices amigo, acaso,
y me reprochas mi suerte;
pero es que es débil mi brazo,
para el trabajo no es fuerte.
cállate, amigo indeciso
que tu no te vayas cansado,
pues poco tu mano hizo,
muy poco, tu has trabajado.
cállate, yo te lo ordeno,
vete pronto a trabajar
para que halles el pan bueno
con que podrás engordar.
no fue muy bueno el concejo
de aquel hacendado amigo
porque el, al sentirse viejo
fue hombre cansado y mendigo.
y habiendo sido hacendado
con fortuna y con vigor
fue luego un hombre cansado
que quiso huirle al dolor
allí recordó a su amigo
a quien mando a trabajar
y dijo, soy enemigo
de volverlo a aconsejar.
pues uno débil, en vano
puede intentar trabajar,
así repuso el anciano
y luego se fue a llorar
aquí nos queda en concejo,
respetamos el dolor,
porque el alma con angustia
siempre lleva su razón
no intentemos consolar
sin saber por que hay dolor,
que así podemos clavar
espinas de mas rigor
hablemos con suavidad,
con cariño y con dulzura
ya que es el mejor remedio
para matar la amargura.
y llevamos la sonrisa
siempre cerca de los labios
porque es remedio que alivia
los infortunios y agravios.
autor: carlos zuluaga