Mis creyones.

Son tan abigarrados y viejos
Que parecen los dedos de un pintor
Que jamás a soltado los pinceles.

Con ellos dibuje la silueta de un sol azul danzando sensual en las alturas.

Dibuje tus ojos tristes en un papiro virgen...
Hecho con la piel de un minotauro
Que yo mismo asesine en mi laberinto.

Tu cabello ébano perfile y le di tintes azules.
Reflejos de una noche brujo cuando poseída por adas, bailaste seductora frente a la hoguera.

Pero mis creyones son mundanos
Pues el rojo dibujo las curvas de tus labios carmesí y luego inquietos
Traspasaron la gruta tibia que lo recibía encantada.

Ellos tienen vida propia
Hay veces que no se, si los poseo o ellos ami.
Con ellos escribí los poemas más puros e inocentes, escribí niño.

Hoy desperdigados en mi mesa me miran y sonríen camaradas.