A mi padre

Pasa un día, luego otro
tan vacíos como un vaso roto.
Sin cambios, rutinarios y en silencio.
Algunos duelen y otros se van lento.

Se llevo de mí algo que no entiendo.
Algo que tenía, sí, pero no recuerdo.
Una parte de mi que ya no siento
Mi yo esperanzado, un sentimiento,
o una simple razón para estar contento.

A veces el pecho quema en recuerdos,
tenía tanto sin saberlo y quede vacío.
Deambulo en mi cuarto vencido,
por las noches en las que me pierdo.

Sigo siendo el que guarda su llanto
por creer que molesto al testigo,
sigo siendo el que mira en su patio
buscando su canto en silbidos.

Siento su aroma en el mate en la mañana,
siento su andar en quien cruza mi camino.
Su cantar en la radio del alba,
su mirada al verme rendido

Lo veo en las aves que pasan,
está en los animales que crio.
Esta en la cocina, en la sala.
Esta en los espejos que me miro.

Guardo sus cosas como unas reliquias.
Recelo un mate viejo y sencillo.
Como si fuese alguna garantía
de mantener su recuerdo con brillo

Es difícil retomar el camino
cuando el ya no esta mas conmigo.
Es difícil que todo sea lo mismo.
Es difícil que no pierda el sentido.