NUBES NEGRAS

poema de Empty

Ya no tengo idea del por qué… Del motivo para que ella hubiese elegido a alguien más, aún detrás de estos barrotes puedo oler el suave olor de su perfume, sentir la delicadeza de su tacto, la dulzura de sus labios, lo iluminada que era su mirada, cuando parpadeo… Aún encuentro su rostro en mis ojos, la compañía que me brindaba era como sentir un espíritu luminoso, incandescente, que guía mi sonrisa y es dueña de mis oraciones más sentimentales… ¿Por qué? ¿Por qué mi amada Violeta? ¿Por qué me obligaste a matarte? Éramos tan felices… Y tú… Elegiste a alguien más… Simplemente… No podía dejarte… Mi amor…
03 DE JULIO, VERANO.
-¡Buenos días mi amor! Mi querida Violeta, he traído para ti la comida el día de hoy… ¿Cómo has dormido? ¿Cómo te encuentras? ¡Seguramente estás muy bien! Siempre luces tan hermosa. – Hablaba Billy, un hombre enamorado de Violeta, su prometida. –
- Hola Billy… Yo… Desayunaré en el trabajo, pero te agradezco que este gesto, siempre eres muy bondadoso conmigo. – Violeta se preparaba para ir al trabajo. –
- Comprendo mi amorcito… No importa, comeré después ¿Deseas que te lleve al trabajo? Llegarías más tranquila.
-Emm… No, hoy me viene a recoger mi jefa porque vamos a revisar unos contratos. – Violeta era la asesora legal de una empresa de moda. – Pronto llegará, tengo que estar abajo.
- Espera, ven. – Y Billy se acercaba a ella para darle un beso, que ella rechazó poniendo su mejilla. –
- Gracias Billy, hasta luego… Ya me voy.
Cuando Violeta se fue, el rostro de Billy se deformó haciendo que su rostro pareciera una mueca de una escultura agonizante, se quedó así por varios minutos mientras que decía para sí mismo.
-¿Ni la comida? ¿Ni me deja llevarla? Es la tercera vez en esta semana que me hace lo mismo… ¿Acaso ya no quieres que hablemos ni que nos veamos? ¿¡Qué sucede!? Estamos a punto de casarnos y ya no me muestra ni el más mínimo de los afectos… Acaso… ¡No! Eso es imposible. – En medio de los pensamientos erráticos de Billy chocaban las ideas de que Violeta se encontrara con alguien más, de que hubiera otro hombre al que Violeta prefiera. – Ella jamás podría hacerme esto… Jamás podría dejarme sólo y más cuando estamos por casarnos… Pero… Tengo que salir, tengo que verla, tengo que saber… Si de verdad hay algo mal en nuestra relación.
Y así, Billy agarró su coche, salió a la calle y buscó a Violeta, esperó hasta el medio día para invitarla a comer, él sabía donde estaba su lugar de trabajo e iría a verla, pero él ideó un plan.
-Voy a estar en esta calle, apenas sea la hora de su almuerzo la llamaré y así sabré si de verdad quiere estar conmigo. – Pasaron los minutos, se le hacían eternos a Billy a pesar de solo tener que esperar por 30 minutos.
- ¿Aló? ¿Billy? – Violeta contestaba confundida, nunca recibía llamados de Billy a esa hora.
- ¡Hola! Mi amor… Buenas tardes ¿Estás ocupada? Me preguntaba si te gustaría salir a comer hoy…
- Oh vaya… Esto… Es inesperado, no lo esperaba de ti, pero hoy comeré en el trabajo, hay mucho que hacer y espero poder terminar temprano hoy ¡Cuídate mucho! Te espero en la noche. – Violeta había cortado abruptamente, pero Billy en su desespero no se iría del lugar, pensaba en esperarla hasta la hora de su salida. –
- ¡Por qué! ¡¿Qué está pasando?! Ella… En verdad no quiere estar conmigo, pero… - Y Billy alcanzó a ver que Violeta salía del lugar, se había perfumado y se iba maquillando. – Es en serio… Ella en verdad… Me está mintiendo. – Y Billy se apresuró a moverse con el carro a una distancia discreta, pero en el momento recibió una llamada de Violeta. –
- ¡Hola Billy! Disculpa… Hoy en la noche me gustaría poder hablar contigo de algo importante, espero que tengas tiempo, entiendo que hoy estás en tu descanso ¿Estás en casa?
- Si, si mi amor… Estoy haciendo algo de limpieza y de comida. – Billy empezó a sudar frío, le temblaban las manos y le dolían los ojos. –
Billy siguió a Violeta hasta un restaurante, estacionó el auto rápidamente, se vistió con una gabardina y un sombrero, ingresó al restaurante, logró ver a Violeta sentada con otro tipo en una mesa redonda con unas velas rojas en el centro, él alcanzó a verla sonriendo.
-Violeta, mi amor… Hace mucho que no sonríes de esa manera para mí… ¿Esto significa que estás sonriendo para alguien más? – Billy se aproximaba a hablar con ella mientras le temblaba la boca, pero se obligó a sentarse en una mesa donde pudiera verlos juntos y poderlos escuchar. –
- Mauricio… Cómo me alegra verte. – Violeta hablaba con su acompañante. – Eres tan adorable cuando sonríes… - Violeta agarraba su mano con delicadeza. –
- Mi Violeta, mi amada ¿Cómo estás tú? Hace ya días que no te veía… Estás preciosa al igual que siempre… ¿Aún estás con Billy? ¿No le has dicho de lo nuestro?
- No… Hoy en la noche planeo decirle, él está un poco… Emocionado por lo de la boda, pero no puedo estar más tiempo con él… Yo… No lo amo, en verdad no quisiera estar mucho más tiempo con él… Yo… Te amo a ti.
Mientras tanto, Billy retorcía su boca en la mesa contraria, daba la espalda a los acompañantes, tenía arrugada la servilleta en su mano, sus piernas estaban tensas, sus dientes rechinaban, la saliva de su boca caía gota tras gota, y los pensamientos en su mente chocaban unos con otros, parecía la furia personificada, el sudor en su frente, la agitación de su pecho, la falta de aire hizo que corriera del lugar chocándose con varias personas en el momento.
-¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! Tú… Maldita, maldita perra, cómo te atreves a dejarme solo, yo que siempre he estado para ti, tus momentos más difíciles, cuando tu madre murió yo estuve para ti, cuando tu padre estuvo en aquel accidente yo sostuve tu mano en el hospital ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?! ¿Acaso hubo otro en esos momentos para ti además que yo? ¡No! Tú… Tú… Lo voy a matar… Debo quitarlo de tu camino, seguro estás confundida mi amor, tú me amas a mí, me amas a mí, me amas a mí…
Billy pasó la tarde ahogándose en desesperación, ansiedad, angustia, frustración y dolor de cabeza, había caído la tarde, la mirada entrecerrada de Billy, el rostro serio, los ojos secos, los labios sin temblar y las manos entumecidas, encendió el auto y vio salir a Mauricio del restaurante, él lo siguió cautelosamente en el carro, miraba su postura, alto, delgado, caminaba erguido, vestía un saco fino, un sombrero, era joven y simpático mientras que Billy al compararse se daba cuenta de que él había engordado, trabajaba de oficinista, su rostro era de alguien amargado, caminaba encorvado, usaba zapatos que lo hacían ver aún más bajo, esto enfureció aún más al energúmeno conductor.
-Ya veo, así que ella te mira con deseo por cómo te ves, vamos a arruinar un poco esa linda carita, sólo será un poco, después de todo no soy un psicópata… Sólo quiero salvar nuestra relación, esto es algo bueno, soy alguien bueno que en serio busca… Algo para los dos, tú eres mi amada después de todo…
Billy perseguía sigilosamente al sujeto, cuidando que este no se diera cuenta, cuando en una calle tuvo que cruzar, Billy se hallaba avanzando, hundió el pie en el acelerador y con toda la ira acumulada que llevaba atropelló el hombre y este reventó el parabrisas de Billy, en ese instante Billy mostró un rostro de satisfacción al ver los ojos del tipo casi asomándose de las cuencas de sus ojos, su brazo estaba roto, su rostro desfigurado, sus piernas parecían alambres enrollados, calló a un lado de la calle y Billy se apresuró a huir, el hombre se encontraba rebosante de alegría.
-¡Por supuesto! Tenía que hacer esto, esto no es nada malo, he salvado nuestra relación, lograremos casarnos, tendremos muchos hijos y nunca tendrás que mirar a nadie más ¡Je, je! ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡JA, JA, JA, JA, JA!
El hombre aceleró a toda marcha, llegó a ver a su amada con el pecho inflado de alegría, esperaba verla y decirle que todo estaría bien, la abrazaría, le propondría adelantar la boda, harían el amor toda la noche… En su mente las palabras rebotaban unas con otras y él llamaba a eso amor.
-¡Mi amor! ¡Mi amor! Mi querida Violeta, estoy aquí ¿Cómo estás?¿Cómo ha estado tu día hoy?
- Emmm… Estoy bien… Pero dime ¿Dónde has estado? ¿Por qué estás tan sudado y acelerado? ¿Te ha pasado algo?
- Sí mi amor, he salvado nuestra relación. – Una perturbadora sonrisa se aproximaba a la cara de Violeta. –
-¿A qué te refieres con esto? ¿Qué quieres decir? Yo… Bueno, tengo que hablarte de algo importante… Nuestra relación ya no funciona y yo ya no te a…
Y Billy tapó la boca de Violeta con su mano.
-Tranquila mi amor, entiendo que hayas estado confundida todo este tiempo, no te preocupes, hoy conocí al tipo con el que fuiste a almorzar, está bien, ahora ya no lo verás de la misma manera, yo arreglé su rostro y su cuerpo, ahora sólo me mirarás a mí, a mí, a mí… A nadie más…
- ¿Qué hiciste qué? – Violeta se alejaba con miedo y empezó a temblar. - ¿Conociste a Mauricio? ¿Cómo es que sabes sobre él y el restaurante en donde trabaja? ¡Qué le dijiste!
-No, tranquila, no tienes por qué preocuparte, él ya no te confundirá, él ya no te molestará, tuve que atropellarlo con el carro, pero no murió, sólo arreglé su rostro, ya no te vas a sentir confundida en ningún momen…
-¡Qué! ¡¿Qué estás diciendo?! ¡¿Qué demonios has dicho?! Él… ¡Lo mataste!
- No, no, no te preocupes… Él sobrevivirá, está vivo, eso es seguro, mi amor, hice esto por nuestra relaci…
- ¡Ni te atrevas a tocarme! No me toques, no me toques, no me toques maldito psicópata.
- ¡No soy un psicópata! – Y Billy se empezó a molestar, agarró el brazo de Violeta con violencia.-
- ¡Suéltame! Me lastimas… Billy… - Y Violeta miró fijamente a los ojos de Billy y dijo. – Yo no te amo Billy… NO TE AMO… Esta relación se estaba derrumbando desde hace mucho tiempo y tú… Tú borraste este amor con tus celos, tus detalles eran interesados porque siempre te interesó que nadie me mirara, que no hablara con nadie… Y ahora… Ahora tú has matado al único hombre que me ha hecho feliz en muchísimo tiempo… ¡TE ODIO BILLY!
- ¡CÁLLATE! ¡TÚ NO PUEDES DECIRME ESTO! Esto lo hice por nosotros, por nosotros… Por nosotros… - Y Billy empezó a temblar nuevamente y la furia se hacía presente de nuevo. –
- Irás a la cárcel… Llamaré en este segundo a la policí…
El cuerpo de Violeta calló al suelo tumbada por el golpe de un florero, la sangre salía a borbotones y bañaba el suelo como si de un río se tratase.
-Tú no llamarás a nadie mi amor, ahora no dirás nada… Vamos, déjame abrazarte… Déjame besar tus labios y ver tus hermosos ojos otra vez… Déjame ayudarte a bañarte, ahora estás en silencio… Ya no tienes por qué hablar más de él… Vamos, mi amor… Vamos.
Billy Madison había dejado el cuerpo de Violeta en su cama durante 6 días, no fue hasta que un familiar de Violeta la reportó como desaparecida y la encontraron vestida en la cama ensangrentada mientras que el hombre estaba frente a ella cantando, Billy fue acusado de doble homicidio y fue condenado a muerte tan sólo 2 meses después de estar en la cárcel, ni un solo día dejó de pronunciar su nombre y de decir “hice esto por amor”.
09 DE SEPTIEMBRE, VERANO.
-¿Por qué ya no siento el tacto de tus dedos rozando mis mejillas? Amor mío ¿Por qué el cielo de mi mente está nublado añorando tus palabras de cariño? ¿Acaso no íbamos a casarnos? Sí, sí vamos a casarnos, tú aún estás cerca, estás aquí, mi alma te siente como quien siente la brisa del viento, como quien saborea las gotas de lluvia, sigues aquí… Violeta… Este sucio mundo es un lugar roto, nacemos en medio de dolores, llantos y maldiciones para aferrar nuestras vidas a lo que otros dictan que está bien, desde que te conocí te entregué mi vida, no quedó nada para mí, es irónico que ahora no siento tu calor, no siento tu abrazo… Pero pronto la lluvia que nubla mis sentidos cesará, estas nubes negras que me aprisionan desaparecerán con el resplandor de tu amor, de tu abrazo, de tu mirada y de tu cálida mano que me liberará de este frío dolor.
FIN.

Comentarios & Opiniones

Xio

Está impresionante esta historia, la traición no es fácil de aceptar, yo diría que nunca debe aceptarse, sólo que no hay que llegar a matar,pero desgraciadamente este es un pasaje de la vida cotidiana; eres un escritor talentoso, me has tomado de la

Critica: 
Xio

llevándome por un recorrido violento, donde los celos de apoderan de la razón y llegan al crimen...un placer la visita, recibe mi saludos cordiales y abrazos, lindo día Empty

Critica: 
Jacho

Me gustó su forma de escribir, felicidades. Saludos desde Venezuela

Critica: 
María del Rocío

TREMENDA LECTURA DE ESCALOFRIOS

Critica: