Soneto II

¡Oh sapiencia, inicua y perniciosa!
de tu muy lúgubre e inhumano amor
yo no tengo el deseado valor
para tomar tu carne más morbosa

Inescrutable figura medrosa,
del cuerpo umbrío sentir el calor,
analizar de la flor su color
y entregarse a la pasión tenebrosa

De esta bestial celada soy tu presa
un alfil relegado en el tablero
esperando la vil muerte inconfesa

De esta vida soy sólo un pasajero
que no pudo ver a quien profesa
la palabra del fútil mensajero

Comentarios & Opiniones

José Acevedo Jiménez

Excelente soneto poeta Bonifacio,me ha gustado mucho. Un cordial saludo.

Critica: 
JOSE FLANDEZ

Un magistral soneto nos presentas amigo poeta. Fue un grato placer pasar y leer. Un saludo fraternal y todas las estrellas.

Critica: 

Comenta & Vota