PEQUEÑOS GRANDES MOMENTOS

poema de norberto

Maternidad total;
tarde pariendo,
noche naciendo
la luminaria callejera,
se cubre con una plateada gaza
que le obliga la llovizna;
inclino mi cabeza
para sortear los charcos;
cuento los trancos,
quisiese llegar y no llegar.

//

La puerta humenda
me niega la entrada;
luego cede resongando
todo muy quedo, silencioso
libros regados,
hojas con apuntes,
versos que jamas veran la luz;
la cama sin hacer,
y mi cansancio a cuesta; (cuesta)
se funden sin palabras.

//

¡Pero ay! aunque añoro dormir;
este dolor a la columna
me tiene a mal traer,
calambres, punzadas,
insomnios sin amanecer;
hay ratos que no dan ganas de vivir;
hay ratos que quisiese ser,
un remanzo en la montaña perdido;
para acoger una hoja extraviada
y con ella a la mar ir a morir.

//

Al fin aclara;
limpio lo empañado
de mi pequeña ventana;
los retorcidos y musgosos
brazos de una higuera,
pintan sorda y fria la mañana;
el jilguero que solia despertarme
silencio su violin para siempre;
como el peculiar llamado
de mi perrita dorotea.

//

Torno la mirada hacia mi estancia;
la tenaz tejedora de rincon
expandio su feudo;
su telaraña alcanzo
mi vieja rosa de papel ¡Dios!
mejor sera salir a deambular;
puede que me alegre el dia,
un jilguero enamorado;
o el meneo de la cola
de un perrito callejero.

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