Tarima de muerte

poema de Srakkin

Expuesto el musgo latente
Sobre el cadalso de carne,
Las larvas y su cabriolar incesante
Sobre el silencio perenne.

Consiguiente al gran aullido,
Un espasmo en el ruido
De filamentos en caída
Impactando, haciendo girar sutil
Lo que queda de la vieja vida.

Es eso o degollarse con uñas quirúrgicas
Lo que nos queda de lucidez entre líneas,
El rutinario vigilar y castigar.

Las termitas desgarrando nuestras pieles,
Nunca dejando caer la guillotina
O siquiera avanzar entre rieles.