Tan lindo el tinto

poema de Srakkin

Soy un espejo roto que no puedo mirar,
me ha cortado los nudillos la vida y la ira,
más cuando se trata de odiseas y el amor
se me levanta la mira y me paro como árbol,
aunque también pueda ser del llanto o el canto,
aun así van taladrando sin escrúpulos el campo,
la gea y su facultad de hogar o recursos del banco,
ya no puedo cambiar para ser parte del rebaño,
me hice adicto al encanto y el tacto mágico
que permite la primavera en tiempos trágicos,
estoy tan cansado de pensarlo y regurgitar
pero no puedo negar que también soy malo,
que también soy víctima del ir pensando,
naufragando en los malos hábitos
y tu recuerdo tan tinto,
tejidos del delirio.