Deuda a la abstinencia
Golpear el cráneo contra la muralla,
te ametrallan las células que dan batalla
contra la ignorancia que aún fermenta
bajo tus pieles la enorme abstinencia.
Temes adherirte a la cordura
¡Ellos están locos! ¡Tú estás loco!
¿Cómo no te dicen esto y esto otro?
Sólo te hacen pensar en pagar la renta,
divertirte, pagar deudas, divertirte,
solventar una familia, divertirte,
pagar más deudas, divertirte…
ya no es lo mismo divertirte
cuando el epitafio se vuelve
tan triste, vacío, sin chiste.
Una economía que se basa en la deuda
es cómo enclaustrar el sol en la tierra,
no hay tanta información para sostenerla
un segundo siquiera, todo se inflamaría
ni siquiera cenizas quedarían,
porque hasta el más mínimo grano
que exista ya tiene un dueño
por deberla y es qué no se trata del dinero
para matar la abstinencia más bien de la merca,
fiar siempre ha sido y será una mala idea.
Un indoor siempre ha sido una buena idea,
pero hay que adquirir la merca para la merca,
porque tuve que haber nacido con deudas,
sería mucho más fácil con los indios de américa
o los orientales, porqué tuvo que ser España
e Inglaterra, me imagino que ellos
entre tanta sangre y sistemas de mierda
ya se habían imaginado la inflación
y el mercadillo de mierda.