Carta para Bélgica

Este es mi hogar, aquí me siento pequeña, cómoda, inlastimable -aunque esa palabra no exista- aquí puedo ser yo, soy princesa, príncipe y duende,si quiero uno y si quiero los tres a la vez, he llegado a ser hada malvada pero no me gusta. Puedo llorar, deshacerme y armarme y quedo perfecta, lista, maquillada y afuera, justo en frente de la sociedad, para que me miren y admiren, me observen y me vean, me tachen y me repriman. Aquí, en la oscuridad, soy ave muerta,no soy Bel ni Sarita, soy Bélgica Rodríguez, quien no quiero ni he querido ser, desde mi nacimiento y cuando todo empezó, desde que conocí las heridas por la sangre que brotó de mi piel y desde que la herida fue más grande cuando me hirieron el sentimiento. Cuanto quisiera no ser, cuanto quisiera quedarme eternamente aquí, no dormida ni despierta, más bien dormitando, como mirando de lejitos la nada.