Mi Chiquitita

poema de AS

Chiquitita no te quería dañar,
pero este sentimiento no pude controlar.
No llegué a ser tu cazadora de sombras;
entre ellas, hoy, tú te ahogas.

Mi chiquitita me di cuenta de la piedra,
pero he escogido ignorarla.
Juré que entre tantos raspones que tenías
entenderíamos sobrellevar el peso de la ausencia.

No creí que pesara tanto
o que hubiese preferido cargar un elefante.
Me duele sentirte quebrarte;
las gritas en mi alma siguen abundantes.

Mi chiquitita soy tú en fantasías.
Procuré vivir al inventar ironías;
me alimenté de tu inocencia maldita
y bebí de tus lágrimas cristalinas.

Si me pides que me largue
será un proceso amargo.
Mi chiquitita, si no quieres sufrir,
búscate una pistola para matarme a mí.