Palabras (Pd)

poema de Arturo Freire

Las palabras salen a vivir,
Salen a tener niñez
Y a jugar en jardines de viento.
Se conocen otras de ellas
Y se complementan hasta crecer,
Pero las preguntas llegan…
Las preguntas siempre llegan.
Los signos de interrogación las acosan,
Las encierran;
Se desata una guerra interna en ellas:
Ha llegado la adolescencia.

Tienen miedo de no saber conjugarse,
De ser ambiguas o irrelevantes;
Le temen a ser descartadas del poema
Porque ¡qué honor es ser parte del poema!
Pero estas crecen, y crecen
Alejan las interrogantes
Y crecen;
Se vuelven fuertes, ortográficamente…
Toman fuerza, y de un respiro
La depresión cae en lento letargo al olvido.

Ahora es tiempo de vivir,
De llenarse de dicha;
De llenarse de alcohol
Que al final de cuentas es vida.
Siendo adultas
Ahora vuelan con soltura por el espacio
Y si se tropiezan
Vuelven a intentarlo.
Ahora el poema es rígido y maleable
Crudo, perverso, misterioso y afable;
Pero romántico, vagamente extravagante:
Un ángel caído con intenciones de siempre conquistarte.

Porque ahora se han enamorado.
Han puesto todo de ellas en todo lo que sienten;
Miran el cielo con ceguera,
Lo ven como vida cuando en realidad es muerte;
Miran la asimetría como simetría
Y al tiempo como algo indiferente.
Los segundos son nada,
Las horas son un poco más que nada;
Los años de espera son años luz,
Y en un parpadear, queridas…
El amor murió.

La sangre entre las lágrimas
Es la lluvia del dolor,
El rencor entre las sílabas
Es la mera confusión.
Todo se ha nublado:
Les han arrancado las alas,
Las espigas son cactus
Y los girasoles hierba mala;
Ahora ¿Cómo rearmarlas?
Si el lexema está enfermo
Y el morfema atrofiado;
Hay cáncer en sus trazos
En su dicotomía existencial,
Hay cáncer en sus sílabas
En su forma de ser.
Pero de un cuchillazo a la piel,
Al ver la definición correr
Como líquido al nacer:
Miran alto hacia el poeta,
Hacia su Dios…
Y de un ligero empalme
Vuelven a respirar.

Ahora los párrafos se mantienen,
Las secuencias son coherentes;
Ya sean geométricas o armónicas
El sentido de todo se fortalece.
Ya al final de la novela,
Del poemario,
Del cuento de ficción;
Ven a sus nietos redoblar ciertos pasos
Y ver luz en lo que se pensaba opaco,
Las sonrisas no faltan,
Los recuerdos tampoco;
Todo regresa e inunda los ojos.

Yo les doy muerte
Yo les doy paz,
Soy su todo
Y ellas mi verdad.