Toxico.

Son estragos de un nuevo amanecer,
Que al pasar las horas la vida se empieza a desvanecer.
Más tarde que temprano se asoma el alba,
Por las cortinas de mi alcoba.

Entra cansada una vez más la madrugada,
Replicando de lo difícil que es su vida.
Y un invierno diciendo que no,
Que el anochecer nos esta espiando.

Ya sin tiempo murió el invierno,
Dando paso a la primavera y sus lluvias del infierno.
Donde se esconde un sol mezquino,
Que con su sonrisa estafadora,
Planea engañar alguna luna.

Sincronicemos tantas tonterías antes del atardecer,
Que al llegar la noche, no sabremos qué hacer.