GRIS

poema de Antonio N.

En esta mañana gris,
han echado a volar
las aves de la Muerte
hacia el cielo triste y alto
en donde el hombre
que habitaba en mí
ha salido en busca de su alma.

El gris de esta mañana
no se puede respirar; se adentra
en la savia de los Árboles
y no duerme. El jardín arde
bajo el humo blanquecino de las nubes,
a segundos a minutos, en instantes.

En esta mañana gris,
han echado a volar
las aves de la Muerte...
y aún no ha regresado
el hombre que habitaba en mí.