Amor

poema de Antonio N.

Lánzame a tu abismo
hasta que este cuerpo
caiga ingrávido en la iniquidad
hambrienta de tus fauces.
Arráncale la piel a esta cárcel
para que los recuerdos tuyos
se me fuguen del recuerdo.
Fagocita mi carne—
Desgárrala ahora, aún te queda tiempo;
Haz que mi razón
olvide el camino a casa,
pero no retires de mis ojos las escamas; así no podré ver— por un instante— las dulces Espinas de tu Frente.