arrugas de sal
Dulce hora de tardanza
Abandonas mi esperanza
Sabes que te quiero
Te espero
Aunque sea enero
El invierno entero
En mi aislado Rivero
No saldré a la mar
No plantaré rosas
Qué no vas a llamar
Dejaré mis mimosas
Abandonadas entre mis cosas
Y no esperaré que vuelvas a calmar
Todas tus redes en mi regazo
Todo tu cariño en un trazo
Todo tu alma en ese lazo
Qué tapa tu pelo blanco
Mientras te fundes en ese banco
Tu morada es sal
Tu mirada dejo de ser azúcar
Donde esperar acurrucar
Recuerdos y ese viejo chal
Apenas tienen fuerza
Tus labradas arrugas
Tus quietas orugas
Que almuerzan
De la morera de tu edad
Y lo hacen sin piedad.
Por cetro un negro bastón
No rodeas más bastión
Qué una pared de redes
Ante la que nunca cedes
Como araña que no persigue
Ninguna despistada mariposa
Vas tejiendo , sigue que sigue
Esa vida que te hace más hermosa
Esa eterna malla
Que nunca se calla
Y en tus débiles piernas
En tus manos eternas
Vuelves a cerrar.
No saldré a la mar
No iré a faenar
Está noche estaré para cenar.
Para contar tus sueños
Junto a la hoguera del hogar.
Comentarios & Opiniones
Bonita obra, contemplativa y reflexiva.
Qué mejor,la gratificante compañía
"Junto a la hoguera del hogar."
Saludo cordial y hasta nueva obra.