Mi verdadero yo...

poema de Luu

Y hay cosas que aún me impulsan a hacer lo que hago pero otras tantas me reprimen y agradezco a las que logran hacerlo porque de lo contrario estaría escribiéndote todo el tiempo… Y esa no es la idea, cariño, porque no puedo permitirme darte tanto poder sobre mí.
Ojalá pudiera plasmar todo lo que en verdad siento y pienso, pero lo cierto es que hay tanto que no se podrá leer… pero espero se pueda sentir.
Sabes que todo pasó tan rápido entre nosotros, tan rápido que cuando nos dimos cuenta uno de los dos ya había puesto punto final donde el otro aun guardaba la esperanza de que sean puntos suspensivos… Fuimos tan efímero como un arcoíris, pero tan duradero como las historias de amor de estos tiempos.
Si alguna vez sueles preguntarte si te quise pues te responderé: Sí, te quise y aún lo hago, no dudes de ello; pero la pregunta sería en verdad: ¿Me quisiste tú? ¿O solo pensabas sentirlo? No pregunto si aún me quieres porque está más que claro que no lo haces.
Dejaste que en el preciso instante en el que algo o alguien hiciese tambalear lo que teníamos, que esto se fuera a pique y dejar el barco en el que estábamos, dejándome así, ahogándome y haciéndome creer que podía salvarnos cuando tú ya no estabas más a mi lado.
El asunto clave fue el que tuvieras aún pendientes con tu pasado…un pasado que sabía aún seguía en tu día a día, pero lo malo fue no saber que era más fuerte que yo, que era tu presente…
Ahora yo soy tu pasado y tu pasado es tu presente, irónico ¿no? Pues la vida es así de irónica. Cuando menos pensamos pueda ocurrir, ¡bum! Ocurre.
No pensé tendríamos tal fin pero sucedió y es algo que no pude evitar. Y hablo en singular porque sé que yo hubiera luchado por salvarnos, pero de qué hubiera servido luchar por algo en el que ya estaba sola…y quién sabe si alguna vez existió ese “algo” que me hacía temblar cada fibra de mi ser con solo sentirte cerca.
Tantas cosas pasaron…recuerdo que me dijiste alguna vez que no me harías sufrir, que si lloraba te encargarías gustoso de recoger mis lágrimas y ahora ¿dónde estás para recogerlas? Porque cariño, tendrías que estar pegado a mí para ello ahora; tendrías que regresar el tiempo para no causar el daño que lograste hacerme.
O es que acaso piensas que por sonreír casi todo el tiempo, ¿no hay daño? Pues déjame decirte: ¡te equivocas!, el daño está ahí, y lo sabrías si me vieras detenidamente a los ojos y vieras a través de ellos.
Sé que no soy como ella, pero ¿tan poca cosa fui? ¿Tan insignificante fui para ti? Porque tus actos lo muestran así, muestran que no te importó verme ese día marchar para irte feliz con ella. Pero ¿sabes algo? Ese día en el que formalizamos el fin de nuestro breve cruce en nuestras vidas, ese día, aunque no lo notaste, me fui con el corazón hecho trizas en la mano porque por un momento llegué creer, mucho antes de aquel encuentro, que aún había solución aunque ya sabía nuestro fin estaba marcado mucho antes de aquel día.
Los días más tristes pasaron después cuando choqué con la realidad al saber que ya no volverías, que ya no volvería a abrazarte, besarte, ni entrelazar mis dedos con los tuyos, mucho menos, tocarte… como pude hacerlo en su momento…
Nuestro final no fue aquel día, nuestro final ya estaba escrito desde antes porque cuando el pasado se presenta es porque aún tiene algo por decirnos o hacernos, sea para bien o mal.
Te preocupaste tanto por no dañarla, y eso demostraba un lado bueno en ti o al menos eso quiero pensar ya que si detrás de ello existían otras intenciones te pido te lo reserves… Pero… Ahora, ¿te preocupas por no dañarme a mí? Lo dudo mucho, tus actos no reflejan ni el más mínimo interés en ello.
No te pido regreses a mi lado porque es absurdo pedirle eso a alguien que ya se fue, que nunca tuvo intenciones de regresar, que no quiere permanecer más a mi lado…pedirle a alguien que jamás estuvo a mi lado.
“La verdad duele” eso dicen por ahí; y sí, es cierto. Y lo sé porque sabía que lo que le hiciste a ella conmigo, me lo podrías hacer a mí. Y ¿sabes qué? No me equivoqué en eso…pero como hubiera deseado equivocarme.
Te confesaré, tal vez por última vez, aquello que quizá ya sepas de antemano:
Te extraño, extraño tus manos, extraño tus ojos, tus miradas –y aquellas que hacías a escondidas pensando no me daba cuenta-, tus palabras, así como tu silencio; tus besos, y aquellos que no se dan con los labios sino en el alma; tus brazos; tus caricias…Extraño todo de ti…
Pero aunque te extrañe sé que nunca te tuve, ni por milésimas de segundo, porque siempre te tuvo ella –y no hablo de la manera de poseer un objeto sino de aquella en la que sabes poseen tu alma-… Y esa es la parte aún más dolorosa: extrañar a alguien a quien nunca tuviste contigo.
Siento que todo me lo creé, que todo fue algo que yo quise pero que tú no.
Ahora solo me voy, con todo lo que te di y con lo que jamás me dejarás darte…Y me voy, así como vine hacia tu vida, sin nada de ti…
Me voy porque ya es hora, y porque así lo deseas…
Solo una última cosa para dejar estas líneas que jamás llegues a leer o quizá sí:
Ésta de aquí, la que acaba de escribirte tantas líneas que sé ya te aburren leerlas; esta chica que te regaló tantas sonrisas, tantos pocos momentos que poseía, tantas noches de sueños; ésta que puedes ver a través de este escrito, cariño… Ésta es la verdadera chica que vez sonreír a cada momento últimamente, ésta es mi verdadera realidad, éste es mi verdadero yo, reflejado en un par de líneas…

Comentarios & Opiniones

Omar Ramón Adjunta

Hermosa tu obra pero,en realidad es una carta de extremo despecho;porque para inspirarse así hay de por medio una gran herida que sigue sangrando profusamente.Es malo querer con esa vehemencia que arruga al corazón,dale tiempo al tiempo saludos.

Critica: 
El poeta de la palabra

Sinceras palabras que salen del alma...tu gentil forma de ser hace posiblle que tu mensaje cumpla su fin...palabras de sentimientos sinceros,,,DIOS bendiga tu hogar poeta,,todas las estrellas ...TE INVITO A PASAR POR MI MURO..!!!

Critica: