Murió

Muerto, murió y no pudo hacer nada
no respiraba, la vida se había escapado
su último aliento fue en solitario
su última mirada no copió nada.
Bajo el puente, en un rincón inmundo murió
nadie lo encontraría, nadie lo querría, nadie lo buscaría
por compañía las ratas, insectos y el viento
una manta vieja, un carro y trastos viejos.
Murió y con él, el dolor
la tristeza, la soledad, la desidia y la esclavitud
a una botella, a un dejarse ir, a una vida ya olvidada
a lo que tuvo y dejo, a los que le olvidaron y renegó.
Y bajo un cielo que no lo reconoce
bajo un hormiguero de emociones y sensaciones
que pasaron de largo y no reconoció
yace en el suelo, sin vida, sin respiración, sin remedio, sin dolor.
Àngels Almazán
14/12/2016