Caminando

poema de Yakomo

Cuando camino a tu lado el tiempo pasa inadvertido nuestros pasos no se escuchan y el camino se hace corto.
El suave de tu plática y la calidez de tu cuerpo nublan la vista de mi pensamiento imaginando lo más bello.
Tomarte por la cintura, sentirte junto a mí respirando tú perfume y el aliento divino de tu boca me da la vida, me da el placer de saberte.
Cada noche que te hacia compañía por esas calles, susurrando a tu oído, besando tu cuello arrastrando mis deseo de vivírte me hicieron soñar una y otra vez.
Hoy extraño ese caminar del trayecto a casa, de llegar al lecho y hacerte mía una y otra vez deshaciendo el nido, impregnando las sábanas blancas de nuestro idilio, de nuestro gran amor, de nuestra tortura de amor, porque hoy no eres mía.