Maquiavélica Obra

Maquiavélica Obra

Maldita manía de querernos
aunque querernos duela,
porque fuimos educados diciendo
que el dolor alimenta,
es la pobre excusa que tienes
para esta tragicomedia.

Es que el eco de tus latidos,
abismal se encuentra
produciendo murmullos y ruidos
en mi alma ya inquietad,
ahora piensas
que es posibles que el amor
ya no sea lo que aparenta.

Pobre chica de revista,
crees que la solución ahora
es poner punto y coma,
porque esta triste historia
es apenas el vestigio
de una maquiavélica obra.

Lo cierto es,
que ya no juego tu juego,
soy la ficha faltante en tu tablero
ahora yo soy él que domina el juego,
porque conozco que eres
una maquina de te quieros
y un buen simulacro
de amor sincero.

Tenias razón,
los amores transitorios
son los que más caros se pagan,
pero ya estaba preparado para que alguien no se quedara,
qué bueno es saber
que con la misma moneda no se paga,
que eres mejor aunque algunas ilusiones se vayan.

Porque es imposible
que tú razón sea
no saber apreciarme,
léeme y sabrás amarme
o al menos aprenderás algunas frases;
porque yo te convertía en poesía
mientras tú de mi, un juego vil hacías.

Tú filosofía es,
quien golpea primero, golpea dos veces;
tú golpeaste primero
pero recibiste el golpe más fuerte;
porque te diste cuenta
de que el amor a veces es inclemente,
de que cuando juagas con alguien
a veces ese alguien también se divierte.

Porque el que se entrega por completo
jamás regresa entero,
tal vez por eso aquí me tienes de nuevo,
en reparación, porque me gusta armar rompecabezas,
aun cuando sean llevado las piezas.

Andrés Felipe Paz Possú