Y ahí, unos escuetos ojos miraban ese amor que por la piel brotaba, con sus manos unidas miraba al cielo, como en suplicio, rogando que el viento soplara hacia si y que la brisa rozara en un suspiro, sus labios, su boca, la frente, las mejillas, pidiendo que en un susurro murmurara su escueto nombre y se quedara ahí, acurrucando sus deseos en sus ansias, sus sueños, en lo sutil de su mirada y su vida, en todo su ser.
Se sentó, esperando que su anhelo en su esencia se cumpliera, espero, gritando en silencio el daño que le hacía, no poder besarle, no poder sentirle, miro sin concebir un parpadeo para imaginar que, sin cerrar los ojos, lograría ser de sus ganas, sus sueños y de todos, todos sus anhelos.

ENTRE TUS LABIOS Y MI PIEL ♥
De Alma Delia Godoy L.
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