Recuérdame

Recuérdame en cada música que llegue a tus oídos,
en cada suave melodía y en cada desgarradora canción,
pues si prestas atención, todas hablan de nosotros.

Recuérdame en cada brisa que te acaricie la cara,
cada vez que el viento otoñal te despeine,
pues son palabras que te susurro desde la distancia.

Recuérdame en cada gota de lluvia que veas caer,
cada vez que el cielo llore sobre tu hermoso rostro,
pues son lágrimas que he derramado pensándote.

Recuérdame cada vez que sientas el Sol sobre tu piel,
cada vez que no notes su calor y su brillo como antes,
pues al igual que nuestra llama, se ha apagado ligeramente.

Recuérdame cada vez que mires la noche estrellada,
pues son las mismas estrellas que un día observamos entrelazados,
la misma Luna que fue testigo de nuestros besos apasionados,
y el mismo cielo que nos inundó con su encanto y su inmensidad.

Esa noche a la que hoy dedicas miradas melancólicas con ojos tristes,
sin atreverte a reconocer que cometiste el peor error de tu vida.