Mi mente viajera

¿Quién soy?
No sé, mas sé que no soy
mi mente viajera
que cae en el abismo
del “hubiera”
y del eterno llanto
que no libera;
se llama pasado
y me arrastra y amenaza
con cadena perpetua
de tropezones y errores
ajenos, que mi mente apropia.

Estar no me acomoda;
pues vivo de bocanadas del ayer
oscuras, me esclavizan,
me construyen
a su imagen y semejanza,
y a mi voluntad destruyen
de ser y pensar
fuera de su atar.

No soy los errores,
ni mi llanto;
no soy tu historia,
ni el pasado;
no soy mi mente viajera
que vive en otro lugar
y no puede aterrizar
ni dejar de pensar
en el ayer
ni en el futuro mortal;
viaja y explora
distintas vidas
a las que se aferra
y deposita sus esperanzas
para la felicidad eterna
que con el calor del infierno contrasta
y quema a todas horas,
en todos los tiempos,
en todos los universos.

Vivo en todas partes,
menos en mí.
No escucho mi respiración
porque no estoy aquí;
y no escucho mi cuerpo
que me trae al presente
que pierdo
cuando viajo en el tiempo
y pierdo la voluntad de ser
y de estar aquí, en mí.