Oda a la Fortaleza

No es materia,
no es espacio,
es una emocion o
una fuerza invisible
que solo se hace notar
en las peores
situaciones,
es algo que solo
se pide para una
gran necesidad.
No se si seré
el único que no
pide fortaleza
para un bien propio,
para mí y nadie más,
no, yo no soy así,
pido para los otros
porque sé,
que lo están
pasando peor.
¡Oh fortaleza!
fíjate en esos países
donde la única
ley que se toma en cuenta
es la de la calle,
donde los asesinatos,
los robos y las ventas de
esas malditas sustancias
son consideradas trabajo,
y tú sabes que son crimen.
¡Oh fortaleza!
ve a esos infelices
que por no poder
hacer más, caen
en ͐ilegalidades,
o mejor en los
que sufren por
el efecto de las causas
de los imbéciles
que ya mencioné.
Esas personas viven
con el miedo,
la desconfianza
y la tragedia
como vecinos,
y tú fortaleza
te encargas de
que sigan con esos
cansados pies; si tan solo
yo pudiera hacer algo.
Que tal ese país
que debe vivir
sin libertad de expresión,
sin poder opinar,
¡oh fortaleza!
están presos
del silencio,
el comunismo y
el sufrimiento; si tan solo
yo pudiera hacer algo.
Ese continente
que debe vivir
con terror, de manera
literal, pues les
invade el terrorismo
como un ninja de
película, no se sabe
donde o como
atacará; si tan solo
yo pudiera hacer algo.
¡Oh fortaleza!
eres tan grande
que abarcas todo
el mundo, pero
apareces más
en los lugares
que sin ti se
derrumbarían,
sin importar cuanto
poder tengan.
A esos lugares,
que son blanco
de terremotos,
inundaciones o
grandes sequías,
¡oh fortaleza
quizás tú no mueres! pero
esos cuerpos débiles ceden
ante el peligro; si tan solo
yo pudiera hacer algo.
Tambien hay varios
sitios donde los
frágiles humanos
se vuelven presa
del hambre y la sed,
irónicamente
en esos lugares
hay fieras con hambre
que les ven como
presa fácil.
Esas fieras siempre
son animales en
África, pero en
otros sitios donde
pasan hambre,
las fieras que se
aprovechan de la gente,
son esas que tienen
camisa y corbata; si tan solo
yo pudiera hacer algo.
Por eso lectores,
cada vez que vean
a una persona
que ha perdido,
llorado y sufrido,
pero que siga de pie,
caminando feliz,
quiero que digan:
"Ahí va la fortaleza
en carne y hueso".