Divagar.

Y que le digo a la noche si mi mente es un abismo donde no habita ninguna estrella,
con qué voz le hablo a su negrura si
mi garganta yace herida,
a quién le pediré sueños con raíces,
en qué manos dejare reposar mi pulso,
con qué fervor se despertaran mis
suspiros,
dónde me estará esperando de nuevo la
muerte.
Soy flor ingenua soy amor desgarrado
soy falaz reflejo de una vida
en ilusión de una vida en frenesí una
discordia que jamas entenderé un azote que
no parara de blandir mi carne. Torbellino
inquieto de palabras, urdimbre de lenguas
atascadas. Gritos ciegos de esta noche.
Hay tragedia en mi alma hay un trasgo devorándome los pliegues soñadores.