Tu cuerpo en otra sombra

Tu cuerpo en otra sombra

Tu cuerpo en otra sombra,
es llama, en otra sombra de tu cuerpo,
valía en dos tu águila, y asombra
el arduo comandante que descuerpo…
Vacila y ya no enluta, proverbio amante
de tu voz, enristra páramos,
en otra voz de sombra fulgurante
que ni embellece, ni agosta, ni ofuscamos…

Tu cuerpo, en dos divide, los dos cuerpos,
de la risa en otro cuerpo amante
y vierte y se acicala en pos triunfante
la sombra de tu cuerpo en sus acuerpos…
Divide el ala de la sombra, y vuelve ala
la sombra de tu cuerpo de bengala,
en otro Tigre de sol, ya de crepúsculo
donde no ciega el rostro de tu músculo…

Proclive a dar la huella en tu cintura,
la tarde es bella, y quiebra con un páramo
la sombra ideal, de la mañana vuelta un amo
en la bandera de la sombra que satura…
Mirada erige ya la sïembra de mi rostro,
en otro rostro de la siembra y en semillas,
donde acicala la nieve de alabastro
tu rostro erige y puebla maravillas…

Verde si ágil, ya la tëa de carbunclos
hilvanada en rostros árduos y a destiempo,
por el contorno de mi bucle, pasatiempo
de la mirada que ennegrece sus triciclos…
Rostros, quimeras, astros en posadas,
alojan prístinas marëas descubiertas
donde arraigadas, las sombras macilentas
son teas vanas, del humeante fuego en hadas…

Ciclos de sombras ya paupérrimas,
en otras alas de sombras ya despiertas,
donde la cola de las aves son desiertas,
en otra bruma de aquelarres y de rimas…
Mi amanecer, mi Sol austero desestima,
el rostro amante de la sombra desde el ave
con que la fragua de la noche de su llave,
sombra despierta de la luna que lastima…

Mi búsqueda en el día es oro y jungla,
con la palabra de la noche vuelta estrella
en otra alma de misántropos y huella
donde la cópula del verbo se retingla…
El oro inmerso en la batalla de su vientre,
horada el claustro de la búsqueda del ala
donde lo sepia a la vanguardia se intercala,
donde la mácula al oprobio se concentre…

Mi búsqueda es el plectro de otra ala,
en otra sombra más ligera, vuelta seña
en otras alas do la luna se despeña
en otras alas de la luna y de su gala…
Mi ojo se enluta para ver verso si ágil
la noche cela y no prohíbe su arrebato,
en otra estela que cohíbe su mandato
única estrella de oro y duna vuelta añil…

Voz si propaga ya el hechizo de su fábula
en otra sierpe casi luna, casi ángel,
en el soplido de la luna, de su Arcángel,
en otras lunas de su ala, vuelta cópula…
Va, si tornado, en otra estirpe, vuelve gala,
la sombra histeria de su flor en otra ala,
va, si tremando de la nube de su fuero,
ya galanteando su desmán, arrïero…

Voz, que se eleva en la plata, sino noche,
voz de cantil, ya sin la prueba, sin reproche…