blanca nieve

Divino desenvolvimiento epitelial
Púrpura marejada invisible
Brillo, turgencia, chispa suprasensible
Toda esa interna tempestad
Es clarinada silente de urgica frecuencia
Y tiritan febriles mil impúdicos folículos
Sabedores de futuros estertores
De estremecidos colapsos musculares
De albas estroboscopias fluyentes
Tanto instinto desatado es sierpe ascendente
Es fuego, es vorágine,
Gonadal Licuefaccion resuelta en estertores
Columnilla alba erupcionada intermitente
A veces sofrenada por pubococcinea contracción cómplice
Se vuelven infinitas las horas de turgencia sostenida
El mantra olvida al tantra
Y el cielo se ilumina
Festivales de luces iridiscentes
Dorsales tsunamis
Sartorios tensos, graníticos gastrocnemios
Todo se conjuga en silencio
Y un halo misterioso quiere marcar segundos
Quiere evadirse desta cárcel llamada cuerpo.

todo quiere salirse, dispararse, en súbitas blancanieves
mientras lasa musculatura olvida las delicias contracturas
y esa chispa luminosa del muladhara se agiganta
envuelve en olas tempestuosas que no cesan
todo el mundo se multiplica por cero
Mientras el unoiverso se expande permanente
la pleamar del instinto vuelve una y mil veces
no existe fémina gruta que la redima
ni artificio digital que la desaparezca
tanto afán intimo es cabalgata desde el inicio del mundo
tanta canícula oseomuscular torna al cuerpo en caldera
en epidimos prisioneros los pececillos enloquecen
se amontonan , quieren nadar a la libertad generativa
a la búsqueda del cáliz que calme sus delirios febriles
tanta vorágine fluida sin salida casi paraliza extremidades
tanto fuego encerrado quiere incendiar el pensamiento
indolente el priapismo tensa las cavernas hasta el dolor mas extremo
de nada sirve la erupción mas larga que sacie al mas osado
intacto permanece, turgente, férreo, de en-verga-dura impenitente
el carneo báculo triunfante, bastón generatriz,
resabio de cavernícolas ancestros
batuta presta a dirigir la canción mas antigua del tiempo
la danza de los plexos sedientos
que a veces finaliza con gorjeos y ayes resoplados
festival de enrolladas mieles bilabiales
de cuadrumanos en estertores compañeros
de octópodos enajenados en la comunión ventral inacabada
espejo imperfecto de la espiral doble que los convoca
que fuerza sideral la del instinto sobre el seso
que regalo portentoso a fin de prolongarnos en el tiempo
de otro modo nos extinguimos sin ese fuego
por eso lo disfrazamos de amor, de tantra, de romanticismo
de mil caras que conducen a la única meta
la unión inconsciente que perpetua la especie.

Esta pleamar tempestuosa
No de olas espumosas
No de humedecidos roqueríos
No de pececillos nadantes
No de arenas rítmicamente bañadas
Es la pleamar generatriz
Que desde el principio de los tiempos
A los plexos solares obliga diligente
Este ir y retroceder cadencioso
Este avanzar y retirarse sin pausa
Esta maquina osteomuscular irreverente
Este motor viviente origen de vida