Kriptonita

Y aquí te tengo, otra vez, frente a mí,
Tan hermosa, ya ves, me pones feliz
Con ese rostro que no me deja dormir,
Con esas manos que quiero comprimir.

Luces tan perfecta por lo de fuera,
Y te reflejas tan bella desde tus venas
Con esa coraza de piel que te azuleja,
Con ese vestido que te decora sin queja.

Pero no me puedo conformar con esto,
Quiero algo más allá del sentimiento
Con ese algo que alegra el pensamiento,
Con ese tanto que disocia mi tormento.

Necesito esa ola que te tumbe al mar,
Ese sol que te queme hasta evaporar,
Esas palabras que logren hacerte llorar,
Esas frases que te puedan lastimar.

Enséñame tus debilidades, tus defectos;
Enséñame tus iniquidades, tu desprecio;
Enséñame a soportarte, a domar el cielo;
Enséñame a amarte sin días buenos.

Te prometo que, si me concedes la herida,
Aprenderé a curarte para toda la vida,
Y si esto te asusta por sonar masoquista,
Sabes que apartaré de mí tu kriptonita.