Las Moras

poema de ajenjo

NO PUEDO morder tus labios
creados con mentiras
de un Dios que no te olvida
y como loba te ha criado.
No puedo detener mis pasos
pues tu olfato te guía
a encontrar mi carne viva
y devorarla entre tus brazos.
Escondido el miedo me delata
y matarte no he podido.
Me entregaré a tus labios:
Que ellos sean mi cruel destino.