ENTREGUE LAS LLAVES

I
Entregue las llaves de mi corazón, de mi alma y de mi cuerpo
el instante en el que hiciste parte de mi vida,
creí en tus promesas y tu falsedad es algo que no se olvida
y el daño que me hiciste no lo borra ni el tiempo.
II
Te entregue las llaves, las tiraste
en el rincón del desván donde habita tu pobreza mental,
donde habita el corazón que lastimaste
y junto a las llaves estaba el veneno letal.
III
Te entregue las llaves de mi vida y me equivoque tanto,
porque te encargaste de llevar bien tu papel de sínico y tonto
enamorado aquel que juraba que nunca me olvidaría
y nunca se percato que esto me mataría.