AY AMOR MÌO

Ay amor mío, hay amores que no se olvidan, hay amores que no se pueden arrancar de la cabeza, de los pensamientos.
Por ejemplo, contigo a mi lado fui feliz todo el tiempo,
al perderte este amor aprendíó a ser más pequeño, a ocupar menos espacio en mi mente, pero no a olvidarte,
quizás el perfume de tu cuerpo desnudo fue mi mayor fuente de inspiración.
Ay amor mío, contigo a mi lado fui un hombre enamorado
y como un rayo de luz, iluminaste mi camino,
no creo que haya algo más hermoso
que tus labios cuándo sonríes.
Podría poner mi vida a tu disposición para conquistarte en cada segundo que respiras,
con delicadeza tocaría tu corazón como se toca una flor.
Te puedo confesar que me muero de ganas de besarte de nuevo, en todo instante,
a tu lado podría respirar el mismo aire, hasta el último aliento.
Nos besamos tanto y de tantas maneras,
nos disfrutamos tanto, fue muy lindo,
todo lo hicimos con inmensa dulzura,
sin duda, el beso es el puente que une dos almas que se buscan.
A esta altura de la vida nada podría sacarte de mis sentimientos,
nada podría sacarte de aquel mundo de pasión en el que vivimos,
te reitero, me muero de ganas de besarte nuevamente,
de sentir tus labios fogosos sobre los míos.
Eres una llama que arde entrañablemente entre mis sentimientos,
embelleces la vida, los sueños, los pensamientos y las emociones.
Ay amor mío, tus recuerdos con el tiempo se hacen menos frecuentes,
sin embargo, serás mi fiel compañera en lo que reste del viaje de mi existencia.
Fuiste parte de mis vivencias, de mi historia personal,
fuiste la amiga que guíó mi camino, la mano que sujetó mi mano
y aunque ya no estés a mi lado,
hay amores que no se olvidan.
Fuiste la protagonista de mis fantasías y aún me deleito con el recuerdo de tu esbelta figura,
cómo nos gustaba descubrir juntos la belleza de cada nuevo día,
fuiste la mujer que me hizo sentir vivo,
cuando tomados de la mano como dos chiquillos,
temblando entrañablemente de la emoción,
nuestros labios se unían apasionadamente en un interminable beso.
No sabes, te disfruté muchísimo y todo lo vivido fue muy lindo,
en ese momento pensaba que amarte era mi destino.
En mi corazón sólo había una fantasía, seguirte hasta el fin del mundo,
incluso, recuerdo la noche de mi nacimiento espiritual,
la noche que apareciste como la diosa de mis fantasías.
Esos besos tuyos llevaban la esencia de la belleza divina
y sin importar lo que pasó ayer,
aún te llevo en lo más profundo de mi alma.
Contigo a mi lado, la belleza de la creación se apoderó de mi existencia,
cada beso de tu boca era fuego de las estrellas que rozaban mis labios.
No serías parte de este poema, si no siguieras conmigo en los latidos de mi corazón.