Vino y bongo

poema de Acero etereo

Sucumben suicidas bajo luces estereoscopicas y bongoes que llaman a danzantes indios que nunca existieron, pero que existen solo hoy para bailar su danza extrema.
Que gritan notas de violines y negaciones de juegos adivinos de el alma de los demás.
Que saben bailar, pero nada sobre el llanto de los cuerpos solos, que danzan tristes y melancólicos.