Antes que nada.

poema de Acero etereo

Hay un tipo de sombrero, golpeando las puertas del barrio. Las sombras saltando los muros y cada uno de nosotros convive entre la lluvia y los angeles espías.
nuestras noches en lágrimas.
Sirven otra copa, es un crimen, todo cambia y se mueve adelante, en tiempos violentos la traición se besa los pies y se baja en la dieciocho.
La cena está servida, toma mi mano y corramos a las estepas, grita mi nombre como el sonido silbante de las nubes. Un niño toca mi espalda y debería voltear pero me paralizo, un trozo de cobre arde en mis manos ¿cuándo fue aquella guerra? No puedo pensar.
Te amo, le dijo una vez que la luz lo cegó, tropezamos al mismo tiempo y nos salvó lo profundo del lago ¿cómo puedo salirme? ¿Como pudiste salirte?
Hay un tipo de sombrero, hay un tipo de sombra, hay un sorbo de tipología más llena que la luna y un ladrón nos la quitó.
Creo que finalmente te veo entre la multitud, hermosa e impoluta como siempre, no me ves ni me das, me desvisto y me pongo en marcha. Estaré ahí cuando recuerden abrir las cortinas en otoño.
Creo que algo están buscando, pero solo se quedan de pie fumando un Luky, la raíz está de cabeza allá en lo profundo de la vida. Estoy perdido en el arcoíris, y el arcoíris está desapareciendo.
Hacia el polvo, dame un sorbo más y luego marcharemos juntos entre la multitud, buscaremos al tipo del sombrero y daremos un desfile de gaviotas.
Búscame en el faro, te extraño ¿cuánto tardarás?
Un corazón encorvado, porque en el anidan cuervos, estabas mencionando algo sobre la salsa picante y yo estaba distraído viendo el techo, las sábanas se fueron hace unas horas. Escúchame cuando te digo que el color de la música no es determinante ¿dónde compraste esta alfombra?
Algo suave surca el cielo, los demás tienen los paraguas abiertos, crece el vapor, carece de sustancia aquello insustancial. Van a disparar ahora mismo ¡debemos salir de aquí!
En la lejanía veo un gran portón con enormes muros a los lados, algo corta mis tobillos mientras corro, no hay tiempo de mirar abajo, ni de voltear a ver el niño, es tiempo, es la hora.
El mundo se frena en seco, el hombre estuvo a punto de dar el último toc a las puertas del barrio y ha sido descubierto el ángel que les espió, un sonido quiebra las nubes, muéstrate gran felino y dame de beber de tu copa.
El bus está llegando, alguien se quita los auriculares ¿crees que llegarás a tiempo?
Nos daba miedo la electricidad a si que dejamos que las hojas caigan sobre el césped y nos pusimos en marcha, no quiero interrumpirla, pero ¿sabe usted el chiste sobre la niña de los rizos de oro?
Creo que se desvanecieron y dejaron una huella detrás, algo chispeante en el aire.
Quizá no sea la solución pero se dieron un abrazo y sonrieron.
Después de todo solo estoy escribiendo.
Esa fotografía que no dejará de vernos, entre versos nos encuentro. Alguien me tiende la mano y me da un caramelo de menta, en otro alba alguien lo coje y le quita el envoltorio. Sus cabezas gachas están acudiendo al velorio, una joven tu compra tomates en la verdulería ¿quieres que prepare yo la ensalada?
Pueden creer lo que quieran pero aquel pez era enorme y cuando rompió el barco el capitán ni se inmutó, se quedó aferrado al timón, y se hundió con una sonrisa orgullosa en el rostro.
He traído un ramo de flores, me ruborizo, no se si le gustarán.
Alguna vez ésos ancianos bailaron un vals y contaron historias sentados en el porche, pero ahora es antes, y tengo miedo de todo los riscos por los que he de cruzar para tocar tus mejillas, algo brota de los árboles y ellos se retuercen de dolor. ¿Que le ha pasado al tiempo? Yo no lo he visto cruzar, ha de ser un círculo con el que no se puede jugar...
Escucha alguien golpea la puerta, abre tu no quiero ver gente, es un hombre de sombrero ha venido ha entregarme esta carta.
Parece que algún Ángel nos ha estado espiando, estoy corriendo por las estepas hacia la parada del bus algo lastima mis tobillos, siento que me tocan la espalda.

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Me atrapó la lectura, gracias. Saludos y buen sábado Acero etereo

Critica: 
Acero etereo

Que bueno saber que le atrapo esta lectura, es justamente un viaje. Cada uno decide donde bajar.
Un abrazo a la distancia.

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