Dos vestidos

Cada día mas sueño aún mas con este día
cada día, cada día y noche y tarde también.
Me quedan en la mente un millón de melodías
y rimas
que me van a hacer bien, yo lo sé.
Yo sé bien que además, será un momento en el que al fin
pueda decir todo lo que tengo dentro y sentir,
que esto no termina así, sino mas bien que será un comienzo
y entonces sueño
y me veo así:
voy corriendo... voy corriendo
sólo siento la brisa fría en mi nariz
las lágrimas callendo porque si
y por qué no? si conmigo sola estoy yo!
y mas bien me voy encontrando
en todo lo que voy corriendo y gritando
con mi vestido violeta
con todo lo que me queda de fuerzas
de tanto correr y gritar
por haber vivido quieta y callar.

Estos zapatos ya no los quiero
ahora pienso sentir el prado
por el cual voy viendo
que mientras mas corra, el sol se aquietará mas
y con todo y eso, me empiezo a empapar
por estas gotas de lluvia, este frío repentino.
Y yo que siento que hasta aquí llegó mi amor
tengo el vestido pesado de tanta lluvia y barro.

Y ahora me detengo y ya no aguanto más
estos pulmones, estas cuerdas, y este cerebro
sólo quieren gritar...sólo van a gritar
y estos ojos que se turbian sólo van a expresar.

Le cedo el paso al odio, al miedo al rencor
a la duda, la incertidumbre y al dolor
que transpasan mi cuerpo y mi mente no se pueden resistir...
y es en ese pozo tan negro de la oscuridad de este cielo
que en esa última gota de dolor...
comienza a salir
el arcoiris más perfecto
que en toda mi vida
jamás podré describir...

Ahora mi vestido está desteñido
su color es nuevo: amarillo.